Magia con las orquídeas

Por: Mercedes Fernández

La visión que hoy tiene belleza, color, naturaleza, turismo, pueblo, objetivos que concurrieron  nuevamente en una danza  alrededor de las orquídeas de los concepcioneños, pueblo amable de Santa Cruz  que se coronó con estas flores  de tres sépalos, dos pétalos y su sensual labelo, labellum o “labio”, en el   XII Festival de la Orquídea.

Al  contemplar  las orquídeas encuentras naturaleza, belleza y una danza de amor en su composición y con la curiosidad  a bordo  como si estuvieras  en  La Pinta, La Niña y  La Santa María, resultarás descubriendo  que de los tres pétalos de las orquídeas, el labelo es un  pétalo sabiamente modificado por la naturaleza y que la flor más visible para la reproducción sexual, había sido la orquídea.

Sus flores tienen sus óvulos al desnudo o protegidos por el ovario, donde en ese curso inevitable de la vida, casi divino,  las hebras largas del estambre tienen todo el chance para dejar su polen reproductor… porque como dirían los botánicos, “su órgano está   resupinado”; es decir, con la posición   cabal   para multiplicar la vida y con la flor que pudo haber girado 180 grados para que su labelo sea la pista de aterrizaje para los polinizadores. ¡Qué maravilla!

Pueden ser  flores de 1 milímetro de diámetro como son las del género de las platystele, ser   de 15 o 20 cm como la attleya  o llegar  a 76 cm como sucede con  Phragmipedium caudatum. La chiquitinga y la más grande se acunan en Bolivia y con otros países del mundo comparten su nacimiento.

Entonces concluyo: Ni Vasco de Gama, ni Cabeza de Vaca, tampoco  Magallanes o Elcano. Ni  Admunsen, ni Marco Polo, son los culpables para que esta periodista aprenda de las orquídeas, sino Carlos Hugo Molina, un cruceño que queremos y respetamos por su visión junto a  su equipo del Cepad.

Al contemplar las orquídeas encuentras naturaleza, belleza y una danza de amor”.

Fuente: El Sol.